sábado, 12 de noviembre de 2011

La amistad, ese aprecio entre personas, que nos hacen sacar lo mejor y lo peor de nosotros. Para mí, de momento, es algo puro que he llegado a sentir. Me hace feliz saber que me importa la gente, y que yo les importo a ellos. Siempre he tenido la idea de que cuantos más amigos tienes, más feliz eres. Así que me quiero hacer amiga de la noche. De la luna y el sol. De los tíos en bañador blanco de la playa. También quiero entablar amistad con chicos cabrones, para contarle mis problemas con los tíos y demostrarles lo cabrones que llegan a ser. Gracias a haberme relacionado con diferente tipo de gente mi personalidad ha ido cambiando. Que gracias a la amistad hoy soy quien quiero ser. Pero que, sinceramente, prefiero un amigo fiel, que no doscientos falsos.

domingo, 6 de noviembre de 2011

Me gustan los números pares, tengo la sensación de que dan buena suerte. Soy de las que saltan de alegría cuando les dicen que un profesor ha faltado y después se da contra la pared al verle entrar por la puerta. Soy de lágrima fácil y lo más probable es que llore por cosas que no valen la pena, pero si que estoy segura de algo, de que cada cuatro veces que lloro, tres lo merecían. Odio a la gente falsa, la que no sabe diferenciar entre amigos y conocidos. Seguramente en algún momento me habré comportado así, y esa sea la razón por la que no lo soporte. Intento ser simple, no complicarme, pero nunca lo consigo. Si me agobias me bloqueo ya que no funciono así. He llegado a un pacto conmigo misma de recordar los buenos momentos y los malos dejarlos pasar. La parte de los buenos, lo cumplo, la de los malos, no tanto. Quizás es porque me gusta tropezar dos veces con la misma piedra. No lo puedo evitar, quizás soy la más ilusa, pero no puedo hacer nada. Como ya he dicho no lo puedo evitar. Tengo los mejores amigos del mundo y aun así no paro de quejarme. Protesto cuando debería dar las gracias. Que soy demasiado sensible aunque la gente opine lo contrario. Odio que la gente me vea llorar, así que intento guardármelo para mi sola, pero acumulo tanta rabia que a veces me doy miedo, y si estoy mucho rato callada es porque temo abrir la boca y espantarlos a todos. Me gusta llevar la contraria a la gente. Tengo un don cuando me aburro para molestar y hacer enfadar a los demás. Yo, que poco a poco supero mis pequeños problemas. Yo, que odio que la gente se auto compadezca y se preocupe por gilipolleces cuando fuera de aquí la gente muere de hambre, enfermedades y guerras a cada segundo.

viernes, 4 de noviembre de 2011

- Yo te prometo un para siempre, ¿tú me lo prometes?
+ Eso es demasiado tiempo, todo se puede torcer y podemos acabar odiándonos.
- Bueno, aunque te odie, si me necesitas, iré.
+ No lo creo... Si me odias no me querrás ver.
- Pues cierro los ojos.
+ No me querrás oír...
- Pues no te dejaré hablar.
+ ¿Entonces?
- Te abrazaré y te diré... ¿Te acuerdas de aquella tarde que te prometí un para siempre? Lo decía en serio.

miércoles, 2 de noviembre de 2011

Todo el mundo alguna vez en su vida a cometido algun error.

- No es una aventura, es un error.
+ Vale, de acuerdo. Es un error. Ya sé que es un error, pero hay ciertas cosas en la vida que sabes que son un error, aunque en realidad no sabes que son un error porque la única forma de saber realmente que son un error es cometiendo el error y luego mirando hacia atrás y diciendo "si, ha sido un error". Así que en realidad el verdadero error sería no cometer el error, porque entonces te pasarías la vida entera sin saber si era un error o no.

martes, 1 de noviembre de 2011

Nunca sabemos cuando ha terminado de verdad, al igual que nunca puedes decir " de este agua no beberé ", por que cuando menos lo esperas, ahi estás bebiendo de ese agua al que te negaste. Dicen que las segundas partes no son buenas, pero nunca lo sabrás sino arriesgas... quizás pierdas, y de nuevo te lleves otro tropezon, pero se puede dar el caso, de que no sea así como piensas... Nunca debemos cerrar las puertas a nada, por que cuanto más nos neguemos a algo, más terminaremos haciendolo.

lunes, 31 de octubre de 2011

Amor mío, tengo la certeza de estar enloqueciendo otra vez. No podremos soportar otras de estas terribles crisis, y sé... que esta vez no me recuperaré. Empiezo a oír voces, y no puedo concentrarme, por lo tanto voy a hacer lo mejor que puedo hacer. Tú me has dado la mayor felicidad posible. Has sido todo lo que alguien puede ser para otro. Sé que estoy destrozando tu vida, y que sin mí podrías trabajar, y lo harás. Lo se... Ni siquiera me expreso debidamente. Lo que quiero decirte es que te debo toda la felicidad de mi vida. Has tenido una paciencia infinita. Y has sido increíblemente bueno. En mí ya no queda nada salvo la certeza de tu bondad. No puedo seguir arruinando tu vida. No creo que dos personas puedan ser más felices de lo que hemos sido nosotros.

domingo, 30 de octubre de 2011

Quizás sería maravilloso decir que te arrepientes. Sería fácil. Pero ¿tendría sentido? ¿Acaso puedes arrepentirte cuando no hay alternativa?